Amor 990 AM Escucha en vivo

Escuchá Amor 990 AM Radio Online, Emisoras De Radios Peru, La calidad y la emisión continua.
299″ allow=”autoplay
Añadir a su sitio.
299″ allow=”autoplay

vamos a estudiar las costumbres de los pueblos civilizados. Vamos a ver juntos cuáles son las necesidades vitales, que nos hacen obedecer la ley moral, aun cuando no estamos naturalmente inclinados a respetarla. Tomemos ejemplos de la realidad cotidiana. Veamos, alumno Tronche-Bobine. Para llegara ser alguien, o sea, para lograr algo que corresponda a su mérito, ¿qué hay que hacer? ¿Tener cuidado? Podría ser. ¿Cuidado con qué? Con las corrientes. Alumno Tronche. Su última nota fue un cero. Intente mejorarla. Hay que ser ho ¿Horrible? Cero, siéntese. Hay que ser honesto. Y vamos a ver algunos ejemplos decisivos. Primero, toda empresa deshonesta está condenada al fracaso. Vemos a diario en la prensa que no hay desafío impune a ley humana. El horrible crimen de un loco que degüella a su semejante para apropiarse de su monedero. O un hombre, que armado de una gran prudencia, abre ilegalmente la cerradura de una caja fuerte para robar su contenido. O un cajero que pierde el dinero de su jefe invirtiéndolo equivocadamente en las carreras de caballos. Todos estos infelices terminan detenidos y en presencia del juez. De allí van a una cárcel donde serán penosamente regenerados. Estos ejemplos prueban que el mal se castiga de inmediato, y que alejarse del recto camino es caer en un abismo sin fondo. Imaginemos que, por casualidad, un hombre deshonesto logra enriquecerse. Figurémonos a este hombre: disfruta del lujo mal ganado, viste admirablemente. Vive solo en una mansión, rodeado de lacayos. Tiene una criada solo para la cocina, otro criado especialista para conducir su automóvil. Este hombre, ¿tiene amigos? Sí, tiene amigos. ¿Lo cree? Sí, muchos amigos. ¿Y por qué? Para montarse en su auto. No, Sr. Cordier, si existieran, serían viles halagadores. Este hombre no tiene amigos. Sus viejos conocidos conocen su ilegítima riqueza. Le huyen como a la peste. ¿Qué hace él? ¿Se muda? Quizá. ¿Y qué pasará entonces? Todo se arreglará. No, no puede arreglarse. Porque vaya adonde vaya, le faltará siempre la aprobación de su cons cons de su cons ¿De su conserje?